La Primera Guerra Mundial cambió el modo de visión de la sociedad y también de la cultura.
También la indumentaria fue cambiando y se fue adaptando a las exigencias de la época.
Para las mujeres, que llevaban una vida sin frenos, el atuendo diario alcanzó un grado de funcionalidad gracias a los trajes sastre.
Diseñadores como Jacques Doucet y Charles Frederick Worth, que habían abierto sus salones de alta costura en el siglo precedente, seguían siendo fieles al Modernismo y su finalidad era la de alcanzar la belleza mediante la elegancia y la opulencia.
Sus creaciones requerían corsés largos que lograban el efecto de la artificial silueta en forma de "S".
Éstos distorsionaban la forma natural e impedían la movilidad.
Las mujeres en la intimidad se los aflojaban y vestían con prendas anchas y holgadas.
Fue Paul Poiret quien eliminó el uso del corsé en sus diseños.
Creó el "abrigo Confucio", de corte recto y línea holgada en 1903.
Tres años después, crearía el "estilo helénico", un diseño sin corsé y de cintura alta.
Sus diseños surgieron de la apasionada búsqueda de nuevas formas de belleza.
De este modo, la moda del siglo XX evolucionó a partir de una forma encorsetada y artificial a otra más natural sustentada por un sujetador.
Poiret es el creador de los pantalones odalisca (bombachos), la falda de medio paso y los turbantes de inspiración oriental.
Esta tendecia por lo oriental se vio reforzada por los Ballets Rusos en París en el año 1909.
Así la atención se fue centrando en Japón.
En la época de la guerra entre Rusia y Japón (1904-1905), la influencia cultural japonesa se había dado en llamar JAPONISMO.
Tanto Poiret como Callot Soeurs se sintieron inspirados y atraídos por los dibujos y colores de los tejidos y tambíen por la estructura de las prendas, como los holgados pantalones de odalisca y el exótico kimono japonés.
El hecho de buscar un nuevo estilo no sólo era cosa de Francia en exclusiva, sino también de otros países europeos.
Cabe nombrar al español Mariano Fortuny, el cual creó ,inspirado por las formas y siluetas griegas, un vestido plisado de estilo clásico que llamó "Delphos".
Los finos pliegues de este tipo de vestido moldeaban suavemente el cuerpo y la mínima acción cambiaba el brillo y la tonalidad del tejido.
Cabe nombrar también el Wiener Werkstätte, fundado en 1903 por Josef Hoffmann y otros, también diseñó atuendos novedosos.
El objetivo inicial de Wiener Werkstätte era dedicarse a la arquitectura, obras de artesanía y encuadernación de libros, pero en 1911 inauguró un departamento de moda con su propia línea, entra la que se encontraban prendas como los vestidos saco.
Hacia principios de siglo surgieron los medios de comunicación necesarios para difundir las noticias sobre la moda, y su campo de influencia se expandió rápidamente.
Cabe destacar las revistas de moda VOGUE y la GAZETTE DU BON TON, las cuales establecieron un sistema para informar al mundo de los nuevos avances de la moda.
Un buen número de nuevos artistas como Paul Iribe y Georges Lepape, hicieron que este período fuera conocido como la época dorada de la ilustración de moda.
Debido a la gran cantidad de compradores y periodistas de moda de todo el mundo que viajaba a París para obtener información sobre las últimas tendencias, en 1910 se fundó la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne, cuyo objetivo era controlar la programación de colecciones y evitar la proliferación de mercancía no autorizada y de imitación.
El estallido de la Primera Guerra Mundial en el año 1914 frenó la actividad del mundo de la moda.
Las mujeres, que debieron asumir la responsabilidad de las tareas de los hombres en la sociedad y la industria durante el conflicto bélico, necesitaban prendas prácticas en lugar de trajes decorativos y complicados.
El funcional traje sastre se convirtió en un artículo esencial de la moda femenina de la época.
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continuará...